
1. Porque la obesidad es una condición de salud pública en aumento
· En Colombia, 1 de cada 4 niños en edad escolar tiene exceso de peso.
· La obesidad infantil se ha triplicado en las últimas décadas
· Aumento del riesgo de diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares… incluso desde edades tempranas.
2. Porque el enfoque tradicional es incompleto y muchas veces estigmatizante
· La obesidad no es solo una cuestión de “comer mal” o “falta de voluntad”.
· Involucra factores biológicos, emocionales, sociales y ambientales.
· La sociedad suele culpabilizar, ridiculizar o invisibilizar a las personas con obesidad.
3. Porque se necesita un espacio libre de prejuicios
· Muchos niños, adolescentes y adultos no buscan ayuda por miedo al juicio.
· Una fundación como ALTO crea un lugar seguro, humano y comprensivo donde pueden recibir orientación real y acompañamiento digno.
4. Porque las familias necesitan educación y apoyo
· Padres, madres, docentes y cuidadores muchas veces no saben cómo actuar.
· Una fundación puede ofrecer educación clara, respetuosa y transformadora, sin miedo, sin culpa y sin vergüenza.
5. Porque hay desinformación, mitos y poca formación especializada
· La obesidad no se resuelve solo con dietas rápidas ni con comentarios bien intencionados.
· Se necesita educación científica, emocional y social a todos los niveles: hogares, escuelas, profesionales de salud.
6. Porque puede articular alianzas con colegios, EPS, gobiernos y ONGs
· La fundación puede llenar vacíos en prevención, sensibilización y tratamiento.
· También puede servir como puente entre familias, comunidades y políticas públicas.